martes, 26 de julio de 2011

UN CUENTO DE OVEJAS.

Este es el cuento de una oveja negra,

una que no veia de ninguna manera

un motivo para ser feliz.


Vivía cada día,

deseando ser,

aquello no podía,

por miedo a crecer.


Todos le decían,

en gran ovación,

que como ella,

no había ninguna mejor,


Pero la oveja ingenua,

negra como la bruma,

se repetía certera,

que era hasta una burla.


Así que cansada,

de tratar de vivir,

decidió no hacer nada

y poco a poco morir.


Ella no veía.

el gran potencial.

que Dios le había dado

para brillar.


Incluso alegaba,

sin llorar,

que la vida no era nada

y que no servía soñar.


Un día, una oveja blanca.

Cansada de luchar,

conoció a la negra

la que no quería soñar.


Ambas inducidas

por el bello pelaje

se hicieron amigas

con un buen traje.


La blanca decía sin cesar,

Un sueño tengo y no lo puedo alcanzar”.


La negra mientras tanto decía

siempre sin cesar

que los sueños que tenía

ni los pudo comenzar.


La blanca le dijo,

con mucho contento,

que Dios hace las cosas,

en su momento.


La negra, en su negativa,

guiada por su color,

a la blanca contradecía

como si fuese su misión


¿Cual es tu sueño,

el que no pudiste realizar?

Pregunto la blanca

para poderla ayudar.


A los más pequeños, de esta corral

las cosas de la vida, quiero enseñar.

Contestó la negra, sin dudar.


Pues no temas, no estas sola

ese ha sido mi sueño.

Contesto la blanca sin miedo.


Pues vamos,

mi querida amiga,

hagamos nuestros sueños,

una vida.


Pero tengo miedo

no creo que pueda

contesto la negra

a su manera,


Yo se que podemos,

lo se desde niña,

contestó la blanca,

con armonía.


Esa es la vida,

que quiero llevar,

y con tu amistad,

la puedo lograr.


Vamos pues amiga lanuda,

no temas el triunfar

contesto la blanca

moviendo su lanar.


Qué suerte tengo

que seas mi amiga

contesto la negra,

convencida.


Y así las amigas

empezaron a hacer

lo que no veían

como una realidad.


La negra enseñando

a los peques del corral

que solo perseverando

se puede alcanzar,

lo que añoramos sin cesar.


La blanca mientras tanto,

a su amiga le decía.

logramos aquello,

que decías que no podías”.


La negra decía

con mucho contento,

ahora soy feliz

y es sólo el comienzo.


FIN



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Plasmando ideas en papel.

3 comentarios:

  1. Que lindura de cuento... la ovejitas se encontraron... una blanca y una negra... ambas se ayudaron y juntas crecieron! Mi cuento favorito!

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  2. Como siempre excelente publicacion, y me ha gustado mucho el cuento, el mensaje q nos dejas... mil gracias x compartirlo... las cosas llegan el momento justo, Dios sabe cuando es nuestro momento pero nosotros no tenemos la paciencia para esperarlo...
    Y lindo de verdad como la amistad de estas ovejitas siendo tan distintas pudieron ayudarse y madurar juntas, sacar lo positivo!

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  3. Leo esto cada vez que necesito inspiracion... gracias amigo!

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