
Este es el cuento de una oveja negra,
una que no veia de ninguna manera
un motivo para ser feliz.
Vivía cada día,
deseando ser,
aquello no podía,
por miedo a crecer.
Todos le decían,
en gran ovación,
que como ella,
no había ninguna mejor,
Pero la oveja ingenua,
negra como la bruma,
se repetía certera,
que era hasta una burla.
Así que cansada,
de tratar de vivir,
decidió no hacer nada
y poco a poco morir.
Ella no veía.
el gran potencial.
que Dios le había dado
para brillar.
Incluso alegaba,
sin llorar,
que la vida no era nada
y que no servía soñar.
Un día, una oveja blanca.
Cansada de luchar,
conoció a la negra
la que no quería soñar.
Ambas inducidas
por el bello pelaje
se hicieron amigas
con un buen traje.
La blanca decía sin cesar,
“Un sueño tengo y no lo puedo alcanzar”.
La negra mientras tanto decía
siempre sin cesar
que los sueños que tenía
ni los pudo comenzar.
La blanca le dijo,
con mucho contento,
que Dios hace las cosas,
en su momento.
La negra, en su negativa,
guiada por su color,
a la blanca contradecía
como si fuese su misión
¿Cual es tu sueño,
el que no pudiste realizar?
Pregunto la blanca
para poderla ayudar.
A los más pequeños, de esta corral
las cosas de la vida, quiero enseñar.
Contestó la negra, sin dudar.
Pues no temas, no estas sola
ese ha sido mi sueño.
Contesto la blanca sin miedo.
Pues vamos,
mi querida amiga,
hagamos nuestros sueños,
una vida.
Pero tengo miedo
no creo que pueda
contesto la negra
a su manera,
Yo se que podemos,
lo se desde niña,
contestó la blanca,
con armonía.
Esa es la vida,
que quiero llevar,
y con tu amistad,
la puedo lograr.
Vamos pues amiga lanuda,
no temas el triunfar
contesto la blanca
moviendo su lanar.
Qué suerte tengo
que seas mi amiga
contesto la negra,
convencida.
Y así las amigas
empezaron a hacer
lo que no veían
como una realidad.
La negra enseñando
a los peques del corral
que solo perseverando
se puede alcanzar,
lo que añoramos sin cesar.
La blanca mientras tanto,
a su amiga le decía.
“logramos aquello,
que decías que no podías”.
La negra decía
con mucho contento,
ahora soy feliz
y es sólo el comienzo.
FIN
Que lindura de cuento... la ovejitas se encontraron... una blanca y una negra... ambas se ayudaron y juntas crecieron! Mi cuento favorito!
ResponderEliminarComo siempre excelente publicacion, y me ha gustado mucho el cuento, el mensaje q nos dejas... mil gracias x compartirlo... las cosas llegan el momento justo, Dios sabe cuando es nuestro momento pero nosotros no tenemos la paciencia para esperarlo...
ResponderEliminarY lindo de verdad como la amistad de estas ovejitas siendo tan distintas pudieron ayudarse y madurar juntas, sacar lo positivo!
Leo esto cada vez que necesito inspiracion... gracias amigo!
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